LA MOTIVACIÓN
La motivación es un elemento fundamental a la hora de realizar ejercicio físico, que los docentes o entrenadores deben de tener muy en cuenta a la hora de entrenar a sus discípulos. Existen muchas estrategias y formas de preparar una clase o un entrenamiento que favorezca a la motivación del deporte o la tarea a practicar.
ESTRATEGIAS MOTIVACIONALES
1. Variedad en las tareas.
Preparar tareas variadas, pues la rutina y los ejercicios monótonos pueden llegar a desmotivar al deportista. Hay que realizar diferentes tareas para trabajar un mismo objetivo.
2. Retos personales.
Preparar ejercicios que
supongan un reto. Se
debe ajustar la dificultad
a la habilidad de los
deportistas. Si es muy
fácil no mostrarán interés
y no se esforzarán y si es
muy difícil se frustrarán,
porque no pueden
superarlo. Se puede variar
la dificultad del ejercicio
cambiando la distancia, el
tiempo, el número de
pases, de jugadores, etc.,
o simplemente cambiar
de actividad.
3. Juegos cooperativos.
Preparar ejercicios para
que los deportistas
cooperen entre ellos
para alcanzar un fin. Al
cooperar mejorará la
cohesión del grupo y el
aprendizaje.
4. Una mayor implicación en el entrenamiento.
Preparar los ejercicios
para que los deportistas,
en ocasiones concretas,
puedan decidir qué tipo
de ejercicio hacer. Si los
jugadores eligen el
ejercicio le pondrán más
ganas y aprenderán más.
Se les puede dar a elegir
dos tipos de ejercicios
para trabajar el mismo
contenido.
5. Explicación del ejercicio.
Antes de realizar el
ejercicio los deportistas
tienen que comprender
para que se realiza el
ejercicio. Si tienen claro
qué van a trabajar se
centrarán en los factores
clave de la actividad.
6. Grupos variables; no siempre los mismos.
Cambiar los deportistas
de los grupos para que
todos los jugadores
puedan adoptar
diferentes roles dentro
del grupo.
7. Normas del equipo.
Es muy importante explicar que existen una normas cuando se empiece a realizar un deporte; como por ejemplo es no irse antes de recoger una parte del material.
8. Informar de la distribución del tiempo de la práctica.
Se debe informar a los jugadores de cuánto tiempo se va a utilizar en el ejercicio para que se amolden a este y se impliquen más en la tarea.
9. Dar oportunidades al tiempo del progreso de cada uno.
Cada deportista tiene un
ritmo de aprendizaje
distinto, no se les puede
pedir a todos que
aprendan lo mismo en el
mismo tiempo. Por eso se
debe dar un tiempo
suficiente (semanas,
meses, etc.) para la
realización de los
ejercicios, con la intención
de que todos puedan
conseguir un aprendizaje
adecuado.
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