sábado, 12 de diciembre de 2015

La motivación en el ejercicio físico.

LA MOTIVACIÓN

La motivación es un elemento fundamental a la hora de realizar ejercicio físico, que los docentes o entrenadores deben de tener muy en cuenta a la hora de entrenar a sus discípulos. Existen muchas estrategias y formas de preparar una clase o un entrenamiento que favorezca a la motivación del deporte o la tarea a practicar.

ESTRATEGIAS MOTIVACIONALES

1. Variedad en las tareas.
Preparar tareas variadas, pues la rutina y los ejercicios monótonos pueden llegar a desmotivar al deportista. Hay que realizar diferentes tareas para trabajar un mismo objetivo.

2. Retos personales.
Preparar ejercicios que supongan un reto. Se debe ajustar la dificultad a la habilidad de los deportistas. Si es muy fácil no mostrarán interés y no se esforzarán y si es muy difícil se frustrarán, porque no pueden superarlo. Se puede variar la dificultad del ejercicio cambiando la distancia, el tiempo, el número de pases, de jugadores, etc., o simplemente cambiar de actividad.

3. Juegos cooperativos.
 Preparar ejercicios para que los deportistas cooperen entre ellos para alcanzar un fin. Al cooperar mejorará la cohesión del grupo y el aprendizaje.

4. Una mayor implicación en el entrenamiento.
Preparar los ejercicios para que los deportistas, en ocasiones concretas, puedan decidir qué tipo de ejercicio hacer. Si los jugadores eligen el ejercicio le pondrán más ganas y aprenderán más. Se les puede dar a elegir dos tipos de ejercicios para trabajar el mismo contenido.

5. Explicación del ejercicio.
 Antes de realizar el ejercicio los deportistas tienen que comprender para que se realiza el ejercicio. Si tienen claro qué van a trabajar se centrarán en los factores clave de la actividad.

6. Grupos variables; no siempre los mismos.
Cambiar los deportistas de los grupos para que todos los jugadores puedan adoptar diferentes roles dentro del grupo.

7. Normas del equipo.
Es muy importante explicar que existen una normas cuando se empiece a realizar un deporte; como por ejemplo es no irse antes de recoger una parte del material.

8. Informar de la distribución del tiempo de la práctica.
Se debe informar a los jugadores de cuánto tiempo se va a utilizar en el ejercicio para que se amolden a este y se impliquen más en la tarea.

9. Dar oportunidades al tiempo del progreso de cada uno.
Cada deportista tiene un ritmo de aprendizaje distinto, no se les puede pedir a todos que aprendan lo mismo en el mismo tiempo. Por eso se debe dar un tiempo suficiente (semanas, meses, etc.) para la realización de los ejercicios, con la intención de que todos puedan conseguir un aprendizaje adecuado.

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